Si quieres lograr disfrutar más en la cama lo primero que tienes que tener claro es que tú misma eres la dueña de tu placer. Y es que si no crees que mereces disfrutar, nunca lo harás al máximo. Y, por lo tanto, no podrás gozar con tu pareja. Lo fundamental es disfrutar de uno mismo para poder hacerlo también en pareja.
Saber lo que te gusta
Lo primero que debes hacer es darte placer a ti misma pero esto no pasa únicamente por la masturbación. Piensa en el estilo de relaciones sexuales que te gustaría tener para poder llevarlo a la práctica.
Ante todo recuerda que necesitas estar cómoda. Y es que es evidente que de lo contrario nadie puede llegar al clímax. Tener un orgasmo no es sólo una cuestión física que depende de una postura de tu cuerpo o una sensación física también es algo mental. Y si tu pareja sexual no te hace sentir bien contigo misma, no llegarás al orgasmo.
No pienses demasiado
Cuando estás practicando sexo no pienses tanto en aspectos como la duración del coito o las posturas y sí en tu placer. Céntrate en lo que te gusta, estarás más excitada y esto se reflejará en la calidad del encuentro.
Posturas para disfrutar más
Está demostrado que hay una serie de posturas que, por lo general, ponen a cien a las mujeres. La primera de ellas consiste en estar recostado y tú subida a su pelvis. Tendrás que dejar un espacio entre ambos genitales para estimularos;
El clásico misionero es otra de ellas. Para llevarla a cabo con éxito tendrás que elevar tus piernas a la altura de su pecho o colocar tu pelvis sobre almohadones. Subir los tobillos a uno de sus hombros y después déjate caer de lado para hacer una semi-cuchara.
Además hacer un movimiento como el de columpiar tu cadera hacia adelante y atrás, también te ayudará a sentir más. Pero no lo hagas rápido desde el principio, o bloquearéis vuestra capacidad sensorial y no disfrutaréis igual.
Otros consejos
No lo dudes y ayúdate de determinados productos o accesorios. Tendrás la opción desde usar algún juguete, un aceite de masaje a cualquier vibrador. Piensa que el encuentro debe ser un momento en el que los dos disfrutéis y ello pasa por el placer también individual.
Recuerda que todo debe cumplir con la estrategia: poder disfrutarlo sin obligarte y rechazarlo si te incomoda.