¿Crees que eres adicto al sexo y quieres saber si verdaderamente es así?
Te acercamos las claves para que tú mismo salgas de dudas y veas si tu predilección por el sexo quizá ya es una adicción.
Pues bien, la adicción al sexo se conoce, coloquialmente, bajo el nombre de “ninfomanía” en el caso de las mujeres y de “satiriasis” en el caso de los hombres. Se trata de una dependencia al sexo que viene predecida de una serie de comportamientos como la autoestimulación o la masturbación compulsiva.
En muchas ocasiones la persona vive su conducta sexual en secreto respecto a su entorno, algo que en ocasiones puede llevar una doble vida de mentiras, engaños y ocultación. La persona experimenta una progresiva tolerancia, pudiendo experimentar un uso compulsivo y desmedido de la masturbación, consulta de pornografía etc. pero con el tiempo para experimentar las mismas sensaciones como puede ser implicarse en relaciones sexuales con varios desconocidos.
En muchas ocasiones la persona vive su conducta sexual en secreto respecto a su entorno
Y es que entre los rasgos característicos de los adictos al sexo está el tener múltiples parejas sexuales en una noche o varias parejas sexuales a la vez, el consumo incesante de pornografía, cibersexo, prostitución, exhibicionismo y el voyeurismo, entre otros aspectos.
En las personas adictas al sexo, la búsqueda de relaciones sexuales o la realización de conductas eróticas ocupan un tiempo excesivo, hasta tal punto de relegar obligaciones profesionales, académicas, familiares a un segundo plano y que su eje central sea la búsqueda de sexo.
Una persona adicta al sexo continúa con su conducta a pesar de las consecuencias negativas derivadas como contraer una enfermedad, problemas matrimoniales o separación, pérdida de los derechos de estar con los hijos menores, etc.
la búsqueda de relaciones sexuales o la realización de conductas eróticas ocupan un tiempo excesivo
Otro de los signos que te ayudarán a saber si tú eres adicto al sexo es la propia falta de conciencia respecto al problema. Estas personas suelen tomar conciencia cuando las consecuencias que se derivan de su conducta son ya importantes, vitales o ineludibles de afrontar.
