Si eres de esas personas que suelen tener bastante vergüenza y no se relacionan fácilmente con la gente, presta atención a estos consejos que te ayudarán en tu tarea.
Poniendo en práctica las siguientes recomendaciones, seguramente en un par de semana podrás sentirte más cómodo. Es importante no confundir la timidez con la introversión, ya que este último concepto alude a unas bases biológicas de la personalidad, mientras que la timidez representa un problema para relacionarse con otras personas.
“Es importante no confundir la timidez con la introversión”
No seas tan duro contigo mismo
No te exijas tanto cuando estés rodeado de personas y creas que tus aportes no salen como querías. La mayor parte de tus juicios no se basan en los hechos sino en pensamientos negativos que has aprendido sobre lo que debería ser una conducta social óptima. La perfección no existe.
No lo pienses tanto
Lleva al límite tus ideas o pensamientos. Muchas creencias son limitantes, a veces hay que arriesgarse a entablar esa conversación que tanto miedo te genera.
Ábrete a nuevas situaciones sociales
Experimenta, no hay nada más estimulante que probar cosas, aunque salgan “mal”. En realidad, son aprendizajes y experiencias únicas que te llevas.
Escribe lo que vayas a decir
Anota en un bloc de notas aquello que crees que no puede decir pero necesitar expresar. Practicar frente al espejo hasta que te sientas cómodo también es una opción. Claro la idea no es obsesionarse.
No te preocupes por la aceptación social
Practica tu asertividad y no tengas miedo de ser más espontáneo. En realidad, ser espontáneo es algo muy positivo, y si lo eres ten por seguro que los demás lo valorarán. Di lo que piensas con honestidad y asertividad, y es probable que la gente te acepte y se muestre receptiva ante tus opiniones.
Céntrate en los pequeños avances que estés experimentando. También puedes ayudarte con ejercicios, técnicas de relajación y respiración u otras actividades donde expreses diferentes emociones.